Resumen sobre la Introducción a los Pigmentos Vegetales y la Fotosíntesis

La energía luminosa en forma de fotones es atrapada por los sistemas de enlaces dobles conjugados de los pigmentos vegetales. Debido a que cada pigmento en particular solo puede atrapar fotones cuya cantidad de energía sea exactamente igual a la requerida para elevar uno de sus electrones a un estado excitado, cada pigmento tiene un color característico. Tanto las clorofilas como los carotenoides son sintetizados a través de rutas metabólicas que producen también otras biomoléculas importantes. Las clorofilas y los carotenoides se encuentran organizados en dos fotosistemas dentro de las membranas internas de los cloroplastos (Figura: Diagrama resumen).

Diagrama resumen: Ilustración de los dos fotosistemas de los cloroplastos.

En cada fotosistema, la mayor parte de los pigmentos actúan como antena para la captura de energía luminosa. Solo una porción pequeña de pigmentos especializados forman lo que se conoce como centros de reacción y toman parte en la transferencia fotosintética de electrones. La absorción de luz en los dos fotosistemas eleva el nivel de energía de los electrones en dos fases consecutivas para transferirlos del agua al NADP+, para sintetizar NADPH.

Ambos fotosistemas son necesarios ya que la diferencia de energía entre los electrones del agua y los del NADPH es mayor que la energía contenida en un solo fotón. De manera simultánea a la transferencia de electrones, los protones (H+) acumulados en el interior de los tilacoides (lumen) son movidos hacia la parte exterior (estroma) por la ATPasa, lo cual provee la energía necesaria para la síntesis de ATP. Con un abastecimiento adecuado de NADPH y ATP, los cloroplastos son capaces de completar el proceso de fotosíntesis produciendo carbohidratos a partir de la fijación de CO2.